Los cuentos de Stellita Vol. III: Diosito ampare a los buenos periodistas deportivos que quedan

¡Buenas sumercé! Por aquí ando de nuevo.

Casi que no logro reclamar las pastillas en el Audifarma, esas colas son interminables, los turnos un desorden, pero bendito Dios no se han agotado todavía las pastillas porque desde que llegó Petro hay demasiados medicamentos desabastecidos, pero yo le tengo fe a mi presidente hermoso que motiva a gente tan buena como la nueva ministra del Deporte para su trabajo. ¡Bendito Dios! Ya tengo lo que necesito para seguirme cuidando y también a mi hermanita que voy a visitarla cada 15 días a Sora a llevarle su medicina. Es largo el viaje, pero la adoro con el alma y toca seguirla cuidando.

A los que no andan adorando por estos días es a los periodistas deportivos por esas salidas en falso que se han pegado en ruedas de prensa del FPC, diciendo mal los nombres de los técnicos, y muchas veces opinando, que me he dado cuenta. Pero eso es lo de menos; La de agravios que ha habido contra los profes Bodmer, Farías y Suárez son cosas que una queda patidifusa.

Diosito ampare a los buenos periodistas deportivos que quedan, no por cuestionadores o preguntones, o porque generan más likes o les dan más acreditaciones o son parte de la rosca, sino a esos que son buenas personas, que eso es más importante que cualquier cosa sumercé. Lo maluco es que ya hay directivos que quieren meterle mano a las ruedas de prensa para que solo haya preguntas por conveniencia. ¡De esta no los salva ni la FLIP ni los señores de ACORD! ¡Diosito los ampare!

Pero más grave es lo que pasó hace poquitos días en el grupo de ese WhatsApp de uno de los equipos de Bogotá, donde expulsaron a un periodista solo por preguntar si iba a haber atención a medios en la semana. “Stellita, por acá la cosa anda grave, hay muchísimo control hasta de quién puede preguntar en las ruedas de prensa después de los partidos”, me dijo Tavito quien siempre está bien asegurado con la información. Ay sumercé, Dios me lo bendiga y me lo cuide a Tavito.

La que estuvo bien complicada fue la de ese pobre muchacho Joel Canchimbo del Barranquilla FC que no podía ni hablar en la rueda de prensa. Dorita, que trabaja sirviendo tintos en un equipo de los de la B, me dijo que es que el problema no es solo de que no los preparen, es que “a los dirigentes del FPC no les importa tener un buen equipo de prensa porque lo ven como un gasto y no como una inversión de imagen, por eso pasan estas cosas que me dan una vergüenza”…

Citico Joel, yo lo entiendo porque tuve un primo que también le costaba expresarse, pero afortunadamente le trabajaron liderazgo y habilidades comunicativas y con el tiempo pudo aprender y crecer como persona, porque no es culpa de uno no saber las cosas o tener limitaciones. Ay Dios bendito.

Pero la otra que me contó Dorita es una peor, con tintes de Dimayorada que ni el del intelectual análisis ni el de las palabras mayores se atreven a sacar, o de pronto se demoran en hacerlo porque en media hora o una hora de podcast no alcanzan y yo tengo muchas cosas que hacer… La que me contó Dorita fue: “imagínese mi Stellita que la Copa BetPlay Dimayor comenzó a jugarse sin que los directivos supieran cómo era el reglamento y cómo se clasificaba”.

Pues yo me puse a averiguar porque bruta no soy y vieran que la publicaron del reglamento fue horitas antes del primer partido, eso sí, sin chistar. Me puse a mirar ese papel y ah qué cosa para enredada de entender, que Patriotas y Fortaleza tenían que jugar la Fase I, pero en realidad juegan la Fase II por el ascenso y el descenso…

¡Ay ya me dio esa migraña otra vez de tanta cosa!

Mejor me tomo mi pasta y me acuesto un ratico antes de que me llame don José para los quehaceres, eso sí, qué gusto atenderlo y también la confianza que me da para poderles contarles estos cuentos.

Por ahora me voy, pero en cualquier momento vuelvo. ¡Qué mi Dios lo bendiga sumercé!

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