No se viven los mejores días alrededor del rentado nacional.
Varios hechos han marcado una semana difícil para todo el fútbol profesional colombiano, situaciones que han llamado la atención y que resumimos a continuación.
La serie de hechos comenzaron en la noche del jueves cuando el futbolista del Atlético Bucaramanga, Fabio Delgado, fue detenido por las autoridades en Cali por un caso de suplantación de identidad. Tras las versiones encontradas al respecto, este sábado el presidente del club ‘Leopardo’ James Elías Quintero, dijo que no fue capturado sino conducido a una URI.
No es del todo claro si Fabio Delgado es responsable de un delito o víctima de ser suplantado.
En la mañana del viernes, en el programa Palabras Mayores de Antena 2, se dio a conocer por parte del máximo accionista de Patriotas, César Guzmán, una denuncia de apuestas que incluye a sus jugadores, en la que uno de ellos ha sido separado del plantel mientras avanzan las investigaciones.
Guzmán considera que pudo haber influencia de apostadores en cualquier partido, inclusive uno donde hubo cambio de árbitro y el encuentro contra Atlético Nacional donde no sancionaron un penal a favor del equipo ‘Libertador’ que es último de la tabla del Torneo Apertura y del promedio para el descenso.
Cuando no se esperaba que las cosas pudieran empeorar, un sujeto ingresó a la conferencia de prensa de Atlético Nacional tras su derrota contra Deportivo Cali, a insultar al técnico ‘Verdolaga’ Jhon Bodmer. Deportivo Cali reveló en un comunicado que el supuesto hincha, identificado como Sebastián Arenas, empujó a una integrante del cuerpo de logística antes de su abrupto ingreso.
En redes sociales, ha habido opiniones felicitando al agresor verbal en medio de la crisis deportiva que vive Atlético Nacional, incluso con personas ofreciendo pagar el comparendo que recibió por los hechos. Arenas apareció este sábado en redes sociales, justificando sus actos, dando su versión de lo ocurrido, y negando agresión al personal logístico.
Atlético Nacional pidió investigaciones y sanciones por el vergonzoso hecho.
Para cerrar una terrible semana, este sábado el defensor uruguayo del Independiente Medellín, José Aja, pidió ser desconvocado, luego de que su familia recibiera amenazas de muerte pocas horas antes del juego contra Fortaleza CEIF.
La situación tocó las fibras del técnico Alfredo Arias en la conferencia de prensa posterior al empate 2-2, donde visiblemente afectado dijo: «Se ha institucionalizado en este país amenazar jugadores, porque no es el primer caso».
Hasta el momento, ni la Dimayor ni la Federación Colombiana de Fútbol han emitido pronunciamientos oficiales sobre cada una de estas delicadas situaciones que ensombrecen el desarrollo del denominado «principal entretenimiento del país».
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