No importan los deportistas, mucho menos el problema de las ‘barras bravas’

El gobierno del presidente Gustavo Petro le sigue dando la espalda a graves problemas en el contexto social y económico del deporte en Colombia.

Aunque ya se posesionó una nueva ministra del deporte, no es la entera responsabilidad de Astrid Rodríguez todo lo que está pasando y las medidas que hay que tomar en estos dos contextos. Sin embargo, es evidente el desorden y la falta de atención que le está poniendo el gobierno al deporte y sus problemáticas, o al menos así es evidente por dos hechos puntuales.

No hace falta un discurso ‘Betancurista’ para darse cuenta que en Colombia hay muchos problemas sociales de gravedad como son la galopante inflación, el cierre de dos aerolíneas, el desempleo, la pobreza y el afán de impulsar reformas desde el Ejecutivo para beneficio de unos pocos como fue evidente en la malograda reforma política y en lo que viene con la polémica reforma a la salud.

Desorden y ausencia de apoyo a deportistas

Ya lo denunciaba el medallista paralímpico Carlos Daniel Serrano, una crisis que no ha sido aún mitigada por el Ministerio del Deporte tras el legado que dejó María Isabel Urrutia en el cargo, donde por darle un giro de 180 grados a la dinámica económica para las federaciones deportivas, decidió cortar el vínculo con los Comités Olímpico y Paralímpico. El freno en participaciones colombianas y preparación para los grandes eventos deportivos está impidiendo participaciones internacionales y hace que otras corran por cuenta de los bolsillos propios de varios deportistas.

La realidad a partir de lo que está pasando a un año de los Juegos Olímpicos de París 2024 es que no se esperan los grandes resultados que se llegaron a obtener en justas como Rio 2016 por cuenta de un desorden administrativo que lleva meses y que de no tener arreglo seguirá perjudicando a los deportistas de alto nivel.

Sin embargo, es claro que para el presidente Petro, el deporte profesional es algo “secundario”, pero es claro que en sus redes sociales siempre se ha aprovechado para sacar pecho por los logros de deportistas que no reciben su apoyo real.

Las ‘barras bravas’ y el Ministerio del Interior que brilla por su ausencia

La Carrera 30 se convirtió en un campo de batalla entre ‘barras bravas’ de Millonarios y de Independiente Medellín antes del partido de ayer sábado 8 de abril. En redes sociales solo se ven insultos a quienes piden que no se le brinde más espacio dentro de los estadios a estos grupos debido a los incidentes. Asimismo, se ha mandado a callar a más de un periodista por expresar su opinión al respecto porque “no saben las causas”, como si lo verdaderamente importante fuera “quién arrojó la primera piedra” y no cuál es la situación de fondo que está ocurriendo.

Era claro que los llamados de fútbol en paz, tolerancia, amor y demás que hay desde la Dimayor, por aquel nefasto episodio donde el jugador de Millonarios Daniel Cataño fue agredido en plena cancha, no son más que saludos a la bandera porque no logran el efecto deseado, por falta de credibilidad y porque hay un problema social de fondo con el que nadie se quiere meter a riesgo de salir ‘quemado’ o amenazado.

Aquí es donde la responsabilidad no atañe al Ministerio del Deporte, sino al Ministerio del Interior que hace varios años creó una dependencia denominada “Comisión de Seguridad, Comodidad y Convivencia para el Fútbol”, que ha brillado por su total ausencia, falta de presencia, silencio y por darle la espalda no solo a lo ocurrido anoche en las afueras de El Campín, sino por lo sucedido en Ibagué el mes pasado y por la tragedia venidera que nadie quiere que suceda, pero que es un secreto a voces de su inminencia en cualquier lugar. Es hora que el ministro Alfonso Prada haga algo desde su cartera.

Una realidad a voces, pero que los medios no hablan, es de las emboscadas que hay entre grupos de barras bravas en carretera o en los mismos barrios en ciudades principales y municipios, comportándose varios de estos grupos como pandillas o bandas criminales. Justamente, si de esto no se habla públicamente, es porque el mismo Estado y las autoridades o no tienen control sobre los hechos o son cómplices de los mismos, dependiendo la ciudad, zona, contexto o colores.

Ya va siendo hora que el presidente Gustavo Petro con sus ministros de Deporte e Interior le pongan algo de atención al sector deporte, antes que verdaderamente tengamos que lamentar algo diferente a no ganar una medalla olímpica o un título mundial, o las ya famosas y reconocidas sanciones al cemento que no sirven para nada.

José Gabriel Celis

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