Daniel Felipe Martínez es el ciclista colombiano menos tradicional de estos tiempos. Aún menos que Fernando Gaviria o Sebastián Molano, con su capacidad de embaladores. Porque Dani hace algo bien que muy, muy pocos colombianos han hecho a nivel internacional (así por encima solo Santiago Botero): correr cronos. Y usarlas para ganar algo, como demostró este domingo en la Vuelta del Algarve, en Portugal.
Terminó cuarto a solo un segundo de una mole como el campeón mundial Filippo Ganna, por delante de un joven maravilla que defendía la camiseta de líder como Thomas Pidcock, y eso solo contando a sus compañeros de equipo. El título en Algarve, además de una victoria muy necesaria para el ciclismo colombiano, nos permite hablar de un corredor que para muchos es tal vez la imagen del impulso a Egan en esa etapa del Giro que ganó, pero es mucho más que un gregario de lujo.
Todos conocemos esa imagen. Egan, de rosa, flaqueando como flaquea cualquier ser humano ante un ataque de Simon Yates. Daniel, en el uniforme negro y rojo del Ineos Grenadiers, gritándole y tratando de sacar del cuerpo del de Zipa la última gota de amor propio, que consiguió con éxito. Al final, la etapa 17 del Giro de Italia 2021 tendría a Egan manteniendo la camiseta de líder, en gran medida gracias al trabajo de Dani.
¿Ha tenido oportunidades el ciclista de Soacha para brillar como un Grenadier? La verdad, pocas. Por eso resulta tan llamativo que, después de ganar en Algarve, el subdirector del equipo más exitoso de los últimos 10 años, Rod Ellingworth, diera a Martínez por encima de Egan como favorito para liderar al equipo.
El palmarés de Dani no es tan rutilante como el de algunos de sus compañeros, como Geraint Thomas o el propio Egan. Pero el País Vasco de 2022 y el Dauphiné del 2020 pesan bastante, así como arrancar con una victoria la temporada ante rivales de la talla de Almeida, Hindley, Rui Costa (cómo está corriendo el Intermarché) y Sergio Higuita. Además de Pidcock, que cayó seis puestos en la crono final.
En la práctica, si se da, Martínez compartiría liderato con Thomas. Ellingworth aseguró que están llevando con calma a Egan y que, si va al Tour, iría sin ninguna presión. Si es para eso, que lo lleven al Giro, donde realmente correría sin la presión de tener que enfrentarse con sus contemporáneos Pogacar y Vingegaard (y el rival más fuerte sería probablemente un Primoz Roglic), mientras que Dani podría tener la oportunidad de su vida en un momento en que se nota imperial.
Pero las temporadas son largas y pequeños problemas, como el golpe de rodilla que sufrió Egan en San Juan, pueden tener impactos enormes. Las siguientes carreras para Daniel Felipe serían París Niza, la defensa del título en País Vasco y las Ardenas, y luego ver la aproximación al Tour. Egan también estará en la “Carrera al Sol”, que es diferente a la Ruta del Sol (Vuelta a Andalucía) en la que Pogacar arrasó. Y el del Emirates también estaría tomando la partida de la vuelta francesa.
El ciclismo colombiano merece que tanto Egan como Dani estén en julio en su mejor forma, y el Tour de Francia de 2023 es excepcional para un ciclista colombiano tradicional. Montaña desde el principio, con un arranque en Bilbao en etapas colinosas como las que ganó Dani en 2023, los Pirineos en la primera semana y solo 22 kilómetros contra el reloj. Tal vez por eso Egan empuja tanto para correr y poder intentar imponerse en colosos como el Courchevel, la Grand Colombier, Laruns y el mítico Puy de Dome. Ojalá les dé, pero que les dé para que ambos ganen y que no toque volver a ver a Dani insultando a Egan.
Adendas:
1) De 29 casos de dopaje reconocidos por la Federación Colombiana de Ciclismo, 14 son con EPO y 3 con CERA, que es un precursor de la eritropoyetina. El último, el de Dubán Bobadilla, el corredor que brilló el año pasado en el Clásico RCN y que, después de reconocer su consumo de CERA y EPO, reconoció su consumo de sustancias dopantes pero aseguró que en el ciclismo colombiano, quien no está en la rosca, como él, lleva del bulto. En este momento crítico para los ciclistas colombianos en el exterior, hay que mirar esa rosca interior.
2) Ver a ciclistas retirados como Mauricio Ardila, Laurens Ten Dam y Thomas Dekker disfrutar de una carrera dificilísima como lo fue la Transcordilleras es recordar que, a veces, el ciclismo no es de resultados sino de disfrutar a bordo de la bicicleta. Así sea sufriendo durante ocho horas mientras se sube de Fusa a Choachí por el Sumapaz.
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