En este escrito, no entraré a valorar las críticas de algunos hinchas y periodistas hacia los directivos y cuerpo técnico de Millonarios, en los que hablan sobre la falta de refuerzos de renombre, una nómina corta u otros problemas. Reseñaré, únicamente, lo que pienso y espero de esos jóvenes que, desde hace algunos años, están viendo cómo el equipo les abre las puertas del profesionalismo.
Desde el 2020, al menos 31 deportistas que pasaron, en períodos unos más largos que otros, por las divisiones menores del club ‘embajador’, han tenido la oportunidad de jugar a nivel profesional con esta institución. Por lo menos seis de ellos han salido directamente al balompié internacional y cuatro ya han vestido, en partidos oficiales o ciclos de preparación, la camiseta de la Selección Colombia.
Llevo años viendo, presencialmente, más partidos y entrenamientos de los jóvenes ‘azules’ que del primer plantel del club, por lo cual, considero, conozco de primera mano las características, cualidades y muchas historias de vida y deporte de estos muchachos que tienen diversas fuentes de motivación y sueños para triunfar en el fútbol profesional.
En este escrito, me quiero declarar hincha de muchos de ellos, jóvenes talentos soñadores, llenos de ilusiones, metas, problemas y virtudes, que esperan, por medio del balompié, sacar adelante a sus familias, cumplir el sueño de su padre, hacer sentir orgullosa a su madre o, simplemente, lograr un proyecto de crecimiento personal y profesional que, posiblemente, no estaría a su alcance si no fuera por nuestro amado fútbol.
Sólo nombraré algunos, pero debemos tener en cuenta no sólo a estos 31 que han vestido la camisa ‘albiazul’, sino a todos los miles de muchachos que, año tras año, sueñan con lograr lo que estos futbolistas han conseguido, en Bogotá, en Colombia y en el mundo. Seguramente, reseñaré cosas que muchos de ustedes, lectores, ya conocen, pero también puede que haya otras que no tengan presentes.
Hace un tiempo, en la banda izquierda de los grupos juveniles de Millonarios, apareció un antioqueño que, en ocasiones, ha señalado que quiere hacer que su padre se sienta orgulloso de él por lo que hace y hará en el campo de juego, un joven aguerrido, con personalidad fuerte, que se mostraba fuerte ante rivales e, incluso, ternas arbitrales, dando un manejo de liderazgo y jerarquía desde su posición, Samuel Asprilla. Ya ha tenido partidos en el primer equipo, en varios de los cuales ha mostrado varias de sus características, ahora está pasando por uno de esos momentos que muchos nunca quisieran vivir, pero, desde acá, espero que se recupere de la mejor forma, logre mantener una adecuada fortaleza mental y regrese mejor que antes, porque cualidades tiene para seguir y consolidar una buena carrera.
En 2022, un araucano empezó a mostrar su talento a muchas más personas que las que lo veíamos en Xcoli, con los grupos juveniles. Siempre con buena disposición, humilde, luchados y con ganas de salir adelante, Luis Paredes se abrió un hueco en Millonarios para llegar a su principal onceno e, incluso, tener ya un título de liga y otro de Superliga. Ha sido homenajeado en su pueblo, ubicado en un sitio complejo de nuestro país, por los problemas que todos conocemos, por ser un ejemplo a seguir para la juventud local y, aunque este año no ha tenido mayor protagonismo, es otro de esos muchachos que, con un poco más de ambición y, sí, tal vez, suerte, va a llegar lejos en el deporte.
Caso aparte es Juan Carvajal. Lo conozco hace más tiempo que a todos los que reseño en este artículo. Goleador nato, nueve de área, excelente persona y una verdadera joya de la cantera azul a quien, lastimosamente, una lesión le detuvo su progreso en el que era, seguramente, su mejor momento hasta ese entonces. En el partido ante Jaguares, oía en radio que algunos comentaristas manifestaban que “no se le podía pedir mucho, porque es el tercer o cuarto delantero” y no puedo estar más en desacuerdo, a él le podemos pedir mucho y, seguramente, con más confianza y oportunidades, va a darle muchas alegrías a Millonarios, a su hinchada y hará aún más orgulloso a ese ángel que hasta hace pocos meses lo acompañaba en tierra y, ahora, lo apoya desde el cielo.
Voy a ser más corto con los dos últimos jóvenes que mencionaré. En 2023, por la banda derecha del equipo que participó en la Super Copa Juvenil, vi a un muchacho alegre, lleno de energía, con más pulmones que muchos y la ambición de destacarse, deportivamente hablando, a flor de piel; quien, en la mayoría de partidos de ese certamen, fue el capitán, Sander Navarro. Persona humilde, algo tímida a veces, pero siempre transparente y cercana a sus amigos.
Finalmente, Neyser Villarreal, un toro, potente, goleador y ambicioso. Si entiende los desafíos y retos que tiene, así como los esfuerzos que debe hacer para poder llegar lejos, va a dar mucho de qué hablar más temprano que tarde. Aún, con el equipo profesional, no ha mostrado ni el 20% de lo que, estoy seguro, puede llegar a dar.
¿Por qué escribo todo esto? Sencillo, porque tanto hinchas como periodistas y la gente del fútbol debe entender que los jugadores también son personas, pero, sobre todo, porque debemos tener en cuenta quiénes son estos jóvenes que están dando sus primeros pasos en el profesionalismo y apoyarlos, no ‘acabarlos’ por uno o dos errores que cometan.
Muchachos, ustedes han tenido la experiencia de ser dirigidos y formados por excelentes entrenadores y formadores, no olviden sus enseñanzas y, pese a cualquier adversidad, piensen en ustedes, preocúpense por ustedes y luchen, persistentemente, más de lo que ya lo han hecho a hasta ahora, por lograr sus sueños.
- Millonarios: En apoyo a ustedes, juveniles - 11 de marzo de 2024
- Dayro Moreno, ejemplo a no seguir, goleador en un continente sin goleadores - 11 de marzo de 2024
- Torneo Preolímpico: Vergüenza histórica - 2 de febrero de 2024