Mi primer mundial

¿Recuerdas la primera vez que viste un Mundial de Fútbol y la sensación que te dejó?

Un Mundial tiene mucha magia, se pasa rápido, pero también te atropella y hasta pasa por encima. ¿Te ha pasado? Estoy seguro que no, ni siquiera el Brasil 2014 donde “era gol de Yepes”, o el de Rusia 2018 donde los colombianos sufrieron hasta el final.

Recuerdo el primer mundial completo que vi, fue Francia 98, porque USA 94 me desinfló después de la triste presentación de Colombia (tenía apenas nueve años), y de Italia 90 solo recuerdo el gol de Freddy Rincón contra Alemania viéndolo con mi papá en un supermercado de Bogotá (ese fue mi primer recuerdo del fútbol).

Para Francia 98 puse en la ventana de mi cuarto, en el primer piso, un puesto de cambio de monas del álbum. Fue un éxito con todos los de la cuadra, menos con las chicas que no gustaban tanto del fútbol como hoy. Era otra época. Era una época de fútbol más abierto, donde no había tanto miedo a perder. Un momento donde Colombia iba seguido a los mundiales, ahora no tanto.

Recuerdo a Davor Suker y Croacia pintándole la cara a Alemania, a los neerlandeses dejando en el camino a una sobrevalorada Argentina y a una Francia que jugó el mejor fútbol con Zinedine Zidane como director de orquesta en la cancha sin contar con un nueve de área. En ese entonces no pensaba en el periodismo deportivo como proyecto de vida, pero sí quería vivir todo eso de cerca.

Tenía una Estralandia (solo mis contemporáneos saben qué es) y con ella no construía casas sino un estadio de fútbol, dibujaba a los jugadores en trozos de papel y me inventaba mis propios partidos en una cancha que mi papá ayudó a diseñar. Hacer un Brasil-Alemania era pan diario, aunque también ponía a Colombia a jugar con otros países. No había dinero para la Play, pero fue la mejor Play que tuve en la vida.

De ese primer mundial a hoy pasaron muchos torneos y ahora en Catar 2022 donde tuve la responsabilidad y el privilegio de hacer la producción para la transmisión digital de Gol Caracol. Aquí pude dimensionar esas sensaciones que te dejan el ritmo, la intensidad y los sacrificios (sin haber ido directamente a la sede). Catar no fue mi primer mundial en cuanto a cubrimiento se refiere, pero sin duda el de más alta exigencia el que tuve la oportunidad de trabajar, por lo que estoy sumamente agradecido con todo lo vivido, con cada una de las personas del equipo digital, técnico, comercial y presentadores, además de las personas que me brindaron la confianza para afrontar este reto.

Hay sueños que se hacen realidad y en mi primer mundial soñé hacerlos realidad después de escuchar a muchos narradores y comentaristas, pero no solo basta con atraerlos, trabajar por ellos, a veces también es necesario mantenerlos en voz baja hasta que se concreten. Pasa en el fútbol y pasa en la vida.

José Gabriel Celis

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *