Por: José Gabriel Celis – @josegacel – [email protected]
El segundo ciclo del 10 colombiano en el Real Madrid no tendrá nueva normalidad, tiene una puerta de salida.
No se trata de hacer como un cobarde de huir de un lugar ante un problema o dificultad, aquí trata de algo crónico a partir de su mala relación personal con el técnico Zinedine Zidane, lo cual es un secreto a voces.
Y no es culpa del francés por ser «calvo» o por ser un…
No entra en el quinto cambio
En el partido donde Real Madrid venció 3-1 a Eibar, el técnico Zidane no lo tuvo en cuenta para los cambios, ya que ingresaron Mendy, Vinicius Jr., Gareth Bale y Fede Valverde. En ese orden de ideas, James sería el séptimo suplente, entendiendo que para un cambio la prioridad sería para el arquero suplente si hay una urgencia.
James estuvo muy activo en redes sociales durante la pausa en La Liga pandemia, sin duda mostrando su lado amable, además del trabajo físico para mantener la forma, con todo y Tik Tok a bordo para completar sus redes sociales como muchos han hecho en esta época.
Sin embargo, ante un muy mal segundo tiempo del Real Madrid contra el Eibar, James no entró, una vez más se quedó esperando, y es consecuencia de una mala relación personal.
La nueva normalidad que necesita James
Sentar cabeza es el primer ejercicio que debe hacer James, quien tocó el cielo con las manos hace seis años cuando fue presentado por Florentino Pérez tras salir goleador del Mundial de Brasil 2014. ¡Ningún futbolista colombiano había logrado tanto!
Sin embargo, su paso incipiente en las dos etapas en el Madrid, sumado a las dos temporadas cedido con el Bayern Múnich (lugar de donde se fue mal y por eso no ejercieron la opción de compra), muestran que definitivamente algo no va bien. Y repito, no es enteramente culpa del «calvo» al que insultan en las redes».
El tema James Rodríguez no resiste más análisis. Es claro que el Real Madrid perderá mucho dinero cuando lo venda, si no es que antes se va como jugador libre, pero ya es hora.
Sin embargo, de nada va a servir que James sea salvado por Carlo Ancelotti en el Everton, o que vista la camiseta del Manchester United donde Falcao (a pesar de su forma de ser) pasó sin pena ni gloria, o cualquier otro club de Europa, o el Inter Miami de la MLS, si mentalmente no está como en el 2014.
James no solo necesita hambre de gloria, también sentar cabeza y volver a ser ese talentoso jugador que marca la diferencia, a partir de confianza y buen entorno.
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