¿Felicitaciones a James Rodríguez?

Por: Camila Villamarín, estudiante 7° semestre Comunicación Social CUN – [email protected]

“Hola, quiero compartir con ustedes una inmensa alegría. Hoy Dios me permite ser padre nuevamente honrándonos con la llegada de Samuel a nuestra familia. Estamos felices en casa viviendo este maravilloso momento. De antemano a ustedes muchas gracias por su amabilidad, respeto y prudencia.”

Con este mensaje, acompañado de la fotografía del recién nacido, el futbolista colombiano James Rodríguez anunció a sus seguidores la llegada de su segundo hijo, Samuel. En el momento, la noticia del bebé generó felicitaciones y varios comentarios por parte de los internautas, aunque las preguntas acerca de la identidad de la madre del niño no pasaron por alto y surgieron varias especulaciones.

Los medios de comunicación fueron confirmando lo que muchos suponían: James había recurrido a la gestación subrogada. Ciertamente, el jugador del Real Madrid no es el primero que apela a este método para tener hijos. Cristiano Ronaldo concibió a sus tres hijos por este método, Cristiano Jr. en el 2010 y sus gemelos en 2017.

Tal vez pocos, o muchos, conocen esta técnica de reproducción asistida, por la cual una mujer accede a gestar el hijo de otra persona o pareja. Mediante la fecundación in vitro se crea uno o más embriones con el espermatozoide y óvulo de la pareja, aunque en el caso de personas solteras o parejas del mismo sexo se acude a donantes, para posteriormente transferirlo al útero de la gestante.

Esta práctica ha generado fuertes debates, unos lo consideran un atropello a los derechos de la mujer, a su dignidad, ya que mercantiliza su cuerpo y la reduce a un mero objeto. Otros a favor, insisten en la libertad que poseen las mujeres para tomar decisiones sobre su cuerpo y dar a parejas la posibilidad de ser padres.

Tratar de cumplir el deseo a través de la gestación subrogada sin valorar que existen otras alternativas como la adopción, puede considerarse discutible cuando hay millones de seres humanos que nacen en contextos de abandono y vulnerabilidad. La discusión no debe ser si James se separó de Shannon de Lima y tuvo que hacer hijos desde la banca, más bien, debe dirigirse a por qué aplaudimos y “felicitamos” a la estrella de fútbol que paga por un hijo, siendo que se encuentra en condiciones de tener uno.

La gestación subrogada, aunque sea una práctica que se trate de defender, sigue teniendo tras de sí a mujeres con problemas económicos prestando su vientre para dar a luz. Es cierto, es su cuerpo y por lo tanto su decisión. Pero, tampoco podemos ser indiferentes a las consecuencias de esta práctica, la cual ha dado paso a la creación de “granjas de mujeres” como las de Ucrania, por dar un ejemplo.

Hay que abandonar la visión idílica de que la gestación subrogada permite a una pareja satisfacer sus deseos de ser padres, que el bebé va a ser recibido en un hogar lleno de amor y que la mujer es una persona que desinteresadamente ayuda en el proceso. Se debe abordar la realidad: la vulnerabilidad de la mujer y el bebé, principalmente del segundo, porque esto no se trata de si hay o no dinero de por medio, se trata de las vidas, de la manera en que el deseo pasa por encima del derecho, en este caso del niño.

Cabe mencionar, que la gestación subrogada tampoco es un acto de solidaridad, de ser así ¿por qué se firman contratos de por medio? Estos incluyen cláusulas donde la mujer renuncia a todo derecho sobre el bebé, incluso mientras está en su vientre, además de someterse a estrictos controles médicos que reducen su autonomía. Eso sin mencionar que debe abortar si la pareja contratante lo considera pertinente, ¿acaso no es eso una forma de esclavitud moderna?

Algunos lo llaman subrogofobia, pero no es así, porque sencillamente no estamos hablando de un miedo irracional, sino de derechos del bebé y la mujer gestante. ¿Queremos ser padres? La adopción es opcional, ya que la herencia biológica no debería ser importante si se busca formar una familia.

Finalmente, considero que este tema requiere de un mayor análisis, es tan complejo que no puede ser reducido a las libertades de personas adultas. Simplemente, los niños tampoco son objetos que puedan poseerse. ¿Nacen acaso para satisfacer los deseos de otros? Por supuesto que no. Además, que sea un método practicado por una mayoría, incluyendo figuras reconocidas, no implica que deba ser aceptado.

José Gabriel Celis

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *