¿Decepción, fracaso, demasiadas expectativas o digna participación? Balance de Colombia en París 2024

Un total de 88 deportistas representaron al país y lograron cuatro medallas.

Tras la despedida de los Juegos Olímpicos París 2024 llega la hora del balance y análisis, con el diario del lunes que fue protagonista durante cada día en las redes sociales, pero desde este medio independiente, valorando que el deportista olímpico tiene un gran esfuerzo de muchos años de dedicación para llegar al máximo evento del deporte.

Sin perjuicio de lo anterior, lo primero es analizar las metas del Comité Olímpico Colombiano versus el resultado, eran 10 medallas previstas más allá del color, a veces se dijo que eran de 6 a 8, pero ninguna de esas cifras fue. En total, Colombia obtuvo cuatro medallas, tres de plata y un bronce, además de 14 diplomas olímpicos.

En algún punto de los juegos, una fuente cercana a los deportistas desde París, me dijo que el mal resultado de la primera semana era reflejo del ambiente al interior de la delegación, de descontento por varios factores: disminución en los premios económicos por medallas, reducción del presupuesto del deporte colombiano, y una herida muy difícil de cerrar como es la pérdida de los Juegos Panamericanos 2027.

Más allá del tema incentivos, es claro que el nivel de algunos deportistas colombianos no estuvo a la altura de su expectativa, y dos casos claros de ello fueron los abanderados Flor Denis Ruiz (actual subcampeona mundial de lanzamiento de jabalina) y Kevin Quintero (vigente campeón mundial de keirin), además de Martha Bayona. Ninguno logró el podio, en un par de malos días para ellos, recordándonos que el concepto de ‘medallas fijas’ debería revaluarse.

Hubo puntos altos como fueron cada uno de los cuatro medallistas, Ángel Barajas en gimnasia artística (barra fija), Yeison López y Mari Leivis Sánchez (levantamiento de pesas) y Tatiana Rentería (lucha libre), pero también se debe destacar a promesas o deportistas que lograron diploma olímpico y tienen gran futuro como Cristian Ortega (ciclismo en pista) y Mateo Carmona (BMX racing).

Fue el adiós de las boxeadoras Ingrit Valencia y Yenni Arias, que sin dudar, lo dieron todo y ahora se dedicarán merecidamente a sus familias, así como fue una despedida momentánea de Mariana Pajón, la reina del BMX que probablemente se preparará rumbo a 2028 en ciclismo en pista.

Hubo deportistas que, prácticamente por su cuenta, tuvieron actuaciones destacadas como Queen Saray Villegas, diploma en BMX freestyle, Luisa Blanco, finalista de concurso completo en gimnasia artística, y Ángel Hernández, diploma en gimnasia de trampolín.

La Selección Colombia Femenina de fútbol tiene un capítulo aparte, porque si bien resultó histórico que llegaran a Cuartos de Final, ganaron un solo partido (el primero en unos JJ.OO., loable), empataron uno (perdiendo de manera insólita ante España) y perdieron dos. Es un fin de ciclo para el técnico Angelo Marsiglia y algunas jugadoras como Catalina Usme. Falta ver si la Federación Colombiana de Fútbol da el paso adelante o deja que ‘el río fluya’ a un futuro donde Catalina Usme sea la D.T.

Hubo puntos realmente bajos, como el de Jhancarlos Gonzáles quien debió ofrecer disculpas tras hacerle ‘pistola’ a la cámara la transmisión de televisión en su rutina, Fernando Gaviria quien clasificó de forma polémica por aval de la Federación Colombiana de Ciclismo, y no tuvo el rendimiento esperado, y además por problemas administrativos de Fedeciclismo, Daniel Felipe Martínez no pudo correr la contrarreloj individual. No sobra recordar que Camilo Villegas fue penúltimo en golf.

Para dar un cierre al resumen, lo primero es reconocer y admitir que Colombia no es potencia deportiva en el continente, y menos a nivel mundial, lo cual es doloroso si recordamos la década del 2010. El camino del retroceso inició tras el ciclo olímpico de Río 2016, ya que si bien hay estructura ha hecho falta gerencia y gestión, siendo el momento bisagra la creación del Ministerio del Deporte en reemplazo de Coldeportes, con la pandemia de por medio. Más que fracaso, lo de Colombia en París 2024 fue el retroceso reflejado en el dolor y las lágrimas de cada deportista eliminado.

Talento en Colombia hay, y se agradece a deportistas hijos de la diáspora, como son Luisa Blanco y Ángel Hernández, que nos han representado en gran nivel, pero el trabajo en casa hay que corregirlo. Tristemente, con el anuncio del recorte presupuestal al deporte no hay muchas ilusiones en camino a Los Ángeles 2028, porque no basta con ser ‘guerreros del teclado’, es mejor ser realista y apuntar desde la perspectiva a lo que será la participación colombiana dentro de cuatro años.

Lo que queda es seguir, de alguna manera, apoyando a los deportistas, divulgando lo que hacen en el camino a Los Ángeles, que en principio, no tiene buena pinta. También hay que revisar lo que sucede con los deportistas élite, que en este momento, son contados con la mano.

Con seguridad, como es tradición en Colombia donde la infraestructura y recursos son devorados por la corrupción, el hambre de cada deportista que nos represente hará que no ‘hagamos un Atlanta 96’, como en algún momento me dijeron desde París (irnos sin medallas).

José Gabriel Celis

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