La irrupción de los fanáticos en el estadio de los ‘Red Devils’ impidió la realización del partido entre Manchester United y Liverpool.
Un grupo de aproximadamente 200 hooligans irrumpió en Old Trafford, para protestar contra la dirigencia del club presidida por el magnate estadounidense Joel Glazer y su familia.
La invasión al ‘Teatro de los sueños’ hace parte del movimiento de un amplio sector de fanáticos del Manchester United contra los directivos por sus decisiones deportivas en los últimos años, siendo la unión a la fallida Superliga la gota que colmó el vaso.
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Cabe subrayar que la importancia del juego entre United y Liverpool también era que en caso de derrota de los dirigidos por Ole Gunnar Solskjaer, Manchester City se coronaba campeón anticipado de la Premier League.
Tras los disturbios al interior del estadio se reporta el robo de elementos del terreno de juego como los banderines del tiro de esquina y otros daños menores.
En cuanto al juego entre Manchester United y Liverpool fue aplazado con fecha por definir.
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