Los cambios de sedes en clubes de fútbol, aunque no son una situación novedosa, si es bastante llamativo que ocurra con una institución de tanta tradición como Monarcas Morelia.
Imagine que en el momento de tomar su smartphone o prender la TV, para consultar las novedades de su equipo se encuentre con la desoladora noticia de la desaparación de su equipo. Ni la derrota más desastrosa frente a su rival de toda la vida o un descenso son comparables a esa sensación de saber que muy seguramente el club por el cual grito, vivió, celebró y sufrió simplemente dejará de existir. Esa es la realidad que hoy enfrentan los aficionados de Morelia.
Desde que se empezó a ver en redes el nuevo estadio de Mazatlán, se empezó a especular con la idea de comprar la ficha para tener futbol de primera en Sinaloa. Sin embargo, no era previsible que el nuevo huésped del estadio de Mazatlán sería un equipo con tantos años de tradición en México.
El Grupo Salinas, como dueños de la franquicia desde hace 24 años, en oportunidades anteriores insinuaron su intención de llevarse el equipo de Michoacán, hasta que impulsados por los beneficios que les puede traer el mercado de Sinaloa, decidieron cambiar su sede. Una plaza que en su estadio desea albergar incluso a la selección mexicana y que busca ser un destino para la población nacional.
Innegablemente la afición de Michoacán es la más afectada, además de los posibles impactos económicos en la ciudad al dejar de albergar el futbol de primera división, el tema va mas allá del dinero. Un club de fútbol es más que del estadio donde juega. El alma de un equipo son sus aficionados, la pasión que se forja después de décadas acompañando, los colores, los emblemas, la identidad. El Grupo Salinas robó a los aficionados, en su mayoría, ubicados en Morelos, todo un pedazo de su historia y cultura, con la decisión de llevarse el equipo.
La reacción de los seguidores de Morelia no se hizo esperar, entre la tristeza, la rabia y la confusión, se manifestaron en redes.
Esa afición, sin embargo, se resiste a perder al club de sus amores. Aunque al principio se hizo uso de protestas e incluso intentar evitar la mudanza, ya en redes apareció la etiqueta #MoreliaNoSeVa, curiosamente esta semana Monarcas cumpla 70 años y en vez de celebrar intenta dar la lucha por no desaparecer. Marco Antonio El Fantasma Figueroa junto a antiguos futbolistas del club encabezan un proyecto que permita que Michoacán continué con fútbol de primera y sobre todo evite la desaparición del equipo canario.
El panorama es bastante difícil, aunque se especula con nuevos proyectos, bien sea en la Liga MX, la Liga de Expansión o la naciente Liga de Balompié Mexicano, los nombres Monarcas Morelia, Atlético Morelia y Club Atlético Morelia se encuentran registrados a favor de TV Azteca de acuerdo con lo indicado por Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual, por lo que volver a ver en un campo de juego mexicano al verdadero Morelia, por el momento es utopía.La Tribuna de Bencho lamenta lo vivido por Los Canarios, el robo de una identidad por parte de una fría corporación, aunque parece salido de una historia ficticia, es hoy una triste realidad y constante amenaza en el fútbol mexicano. Espero en un futuro no lejano estar escribiendo sobre el regreso del Monarca. ¡Espero verlos regresar!
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