El goleador de Brasil 2014 pasa de un tortuoso paso por Catar a buscar un nuevo aire en una liga de segundo orden en Europa.
Las últimas horas han sido muy movidas cerca del cierre del mercado de pases en Europa, pero no en España, Inglaterra, Alemania o Italia donde los libros han cerrado. James Rodríguez encontró su salida de Al-Rayyan de Catar, rumorándose que pagó 5 millones de euros para rescindir su contrato.
Luego de un paso en el país donde se jugará la próxima Copa Mundial de Fútbol, donde fue poco el fútbol y más las ausencias por lesión, James Rodríguez llega al Olympíacos, el club más ganador del fútbol griego, en busca de otra oportunidad más para volver a ser lo que alguna vez fue, un jugador de élite, clase mundial, o por lo menos con continuidad y buena salud para demostrar su talento.
En lo futbolístico, James Rodríguez no tiene nada que probar si nos referimos a su talento nato. Su calidad es bien conocida, al igual que su inteligencia en el campo cada vez que se pone la 10. Esta vez, y nuevamente, lo que James debe probar es madurez mental, compromiso con él mismo y sus compañeros para retomar el nivel deportivo que tuvo alguna vez cuando fue goleador del Mundial y el Real Madrid decidió invertir 60 millones de euros en él.
Si James Rodríguez quiere volver a ocupar las portadas tiene tres opciones muy claras. La primera, es ser parte del juego mediático con entrevistas como la que tuvo con el Chiringuito de Jugones en la que se ofreció a ir «a pie» a jugar en el Valencia de España que dirige Genaro Gatusso, aprovechando sus buenas conexiones en el mundo periodístico que no lo cuestiona (por eso no volvió a conceder entrevistas prácticamente a nadie).
La segunda (que por supuesto no queremos) es que las malas influencias hagan de las suyas con James Rodríguez, ahora en las «islas griegas», o en otros lugares que nada tengan que ver con la disciplina deportiva. Si Marcelo, con quien jugó en el Real Madrid, fue la conexión para llegar a Olympiacos y no al Galatasaray ojalá sea por algo deportivo y no extradeportivo, o de diversión y placer si es que realmente James Rodríguez quiere ser lo que alguna vez fue.
La tercera, que no solo marque diferencia sino que ayude a sacar al Olympiacos del momento que afronta, ya que a su llegada, el equipo fue goleado en casa 0-3 por el Friburgo alemán en la UEFA Europa League, donde es último del Grupo G sin puntos, en la zona que comparten con el Nantes de Francia y el Qarabag de Azerbaiyán.
Sin embargo, hay que decir que Olympiacos ha gobernado el campeonato local con autoridad en la historia con un total de 47 títulos, 10 en las últimas 12 temporadas y tres de forma consecutiva. James llegó a un club ganador por naturaleza.
Los dirigidos por el español Carlos Corberán son terceros actualmente en la Liga, a cuatro puntos del líder y su eterno rival Panathinaikos, pero tienen como objetivo repetir título en casa, recobrar el rumbo y ¿por qué no? pelear por la UEFA Europa League, y en la próxima temporada buscar el regreso a la fase de grupos de la UEFA Champions League que no disputan desde la temporada 2020-21.
Para que James Rodríguez no tenga una «tragedia griega» deberá sentar cabeza, entender que ya no es un niño de 20 años sino un futbolista de 31, que tiene mucha historia y logros que sin duda son respetables, pero que desde hace bastante rato no es un futbolista de clase mundial. Lo que determina a un deportista de alto rendimiento es su actualidad y hace mucho tiempo extrañamos al James que hacía emocionar por sus jugadas y goles, mas no por sus polémicas para generar likes y reacciones en redes sociales.
Ciertamente, jugar en Grecia no es lo mismo que en Portugal, Francia, ni mucho menos en las ligas ‘top’ de Europa como España, Inglaterra, Alemania o Italia, pero esta puede ser una de las últimas o si no, la última oportunidad del «10» en el ‘Viejo Continente’. Ojalá que no la desperdicie.
El conjunto 'Verdolaga' es líder de su grupo con puntaje perfecto.
Comenzó la definición del torneo de canteras en Colombia.
El piloto neerlandés continúa siendo el mejor piloto de esta época.
Un vibrante empate entre dos clubes tradicionales que siguen en la B para 2025.
Los 'Auriverdes' se aferran a una opción deportiva para conseguir el ascenso.
Tres equipos quedan en la disputa de los dos ascensos a la Liga Dimayor 2025.
Esta web usa cookies.