Hace muchos años, en Colombia, el público, los medios, algunos entrenadores y, sobre todo, los jóvenes que sueñan con llegar al balompié profesional, con sus amigos y familiares, entre otras personas, vienen exigiendo la creación de más categorías en nuestro fútbol profesional, así como denunciando ‘roscas’ y malos manejos en la formación deportiva, con el argumento que tenemos talento, pero necesitamos buenos procesos y espacios para un mejor desarrollo y rendimiento.
De entrada, debo aclarar que respaldo todas esas iniciativas, las de volver nuestro deporte más honesto, transparente y de mayores oportunidades, pero… ¿Será que todos los problemas recaen en esas fallas que se presentan en logística y administración?
Este lunes, Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, en un programa de ESPN llegó a un punto muy importante, al afirmar: “Vi jugadores que no conoce nadie, que no han jugado, ganan un platal, salen con Louis Vuitton, sus gafas, su pelito amarillo, su pintica y llaman la atención, pero afuera de la cancha ¿Entonces para dónde vamos? ¿Qué está pasando acá?”.
Yo creo que, en el caso de los jóvenes talentos y sus seres queridos, antes de ponerse a criticar el sistema, a los clubes, entrenadores y demás personas que se cruzan por el camino, deben hacerse una muy seria autocrítica y analizar si, realmente, ellos están haciendo lo que se espera de un deportista con proyección de alto rendimiento para llegar al balompié profesional, igual que sus familias.
Hay deportistas que, antes de preocuparse por dar un ‘plus’ en sus entrenamientos o en su vida cotidiana, que le aporte a su formación, prefiere ‘lucir bien’. No invierten un peso en nutrición, terapias o gimnasio, pero sí se tatúan imágenes ‘clichés’, que les cuestan una fortuna, buscan ponerse todo tipo de aretes y comprar artículos de lujo o de reputadas marcas. La razón, como me respondió un joven nacido en 1998 hace pocas semanas: “Ah, es que a las hembras -como nombran a las mujeres- les parece que así me veo más sexi y llamo la atención”.
Si quieren ser deportistas de alto rendimiento ¿No es más importante llamar la atención con un cuerpo bien trabajado y un rendimiento sobresaliente en el campo de juego? Parece que eso pasó a un segundo plano.
Por otro lado, aunque mantienen esa afirmación, mediante la cual aseguran que su gran sueño es llegar al fútbol de primera división o de mayor nivel, su vida y sus actos van en contravía de ese supuesto sueño ¿Si quieren tener un alto rendimiento y ser competitivos, no deberían descansar bien, dedicar su tiempo a actividades que contribuyan con su proceso y tener claras sus prioridades?
Parece que no, para muchos es mejor trasnochar o ‘hacerse famosos’ jugando videojuegos, publicando todo tipo de contenidos superficiales y ‘de moda’ en sus redes sociales o chateando, hasta altas horas de la madrugada’. Sin embargo, si alguna de esas actividades de entretenimiento o vida social se cruza con alguna de entrenamiento o potenciamiento deportivo, suelen sacar excusas para evadir las segundas.
También están las excusas personales, no fallan. Tengo un familiar enfermo y no puedo ir, es que me tocó irme al pueblo y no alcanzo a llegar, me llamó un familiar y se me pasó que lo tenía que hacer, entre muchas otras. Recuerdo, hace poco más de un mes, que al jugador de Atlético Huila, Johan Bocanegra, se le murió su padre horas antes de disputar la final de ida del torneo de ascenso colombiano ¿Qué hizo este deportista? En honor a su padre, no sólo jugó ese compromiso, sino que fue elegido, por el medio licenciatario, como figura del mismo. Eso es una demostración de compromiso y tener claro qué se quiere.
Hay muchas excusas más que, en reiteradas ocasiones, salen a relucir, muchas críticas y situaciones familiares, pero los invito siempre, a los jóvenes deportistas y sus seres queridos, a hacerse una pregunta básica antes de criticar a los demás: ¿Ustedes están cumpliendo con lo que se espera debe hacer un deportista con proyección de alto rendimiento?
- Millonarios: En apoyo a ustedes, juveniles - 11 de marzo de 2024
- Dayro Moreno, ejemplo a no seguir, goleador en un continente sin goleadores - 11 de marzo de 2024
- Torneo Preolímpico: Vergüenza histórica - 2 de febrero de 2024