Mucho se ha hablado de lo que pasa en las ruedas de prensa del fútbol colombiano, y creo que se está apuntando al lado que no es.
Una de las posibles soluciones propuestas a los atropellos que han sufrido los técnicos Jhon Jairo Bodmer de Atlético Nacional, César Farías de América de Cali y Alberto Suárez de Real Cartagena, es que se quiten o se restrinjan las acreditaciones a medios partidarios, que logran acceso a que los jefes de prensa de los clubes les brinden entrada al estadio como prensa.
El tema de los medios partidarios no es nada nuevo en Colombia, y se satanizan algunas veces de forma equivocada, porque si hablamos de periodistas sin preparación hay muchos en los medios, que salen todos los días, confunden nombres de jugadores, se dedican a engrasar al aire, y otros que no distinguen por qué los hinchas de Millonarios usan los colores de Bogotá en el estadio.
Es momento de reconocer que hay medios partidarios que hacen las cosas bien desde el punto de vista periodístico, como el caso de LosMillonarios.net, que es el más antiguo de ellos (posiblemente el primero en Colombia), hace una labor que ningún otro medio alcanza, como es ser parte del ejercicio anual de inspección y control del club que fue refundado en 2011. Si hablamos de los que están cerca del equipo ‘Embajador’, Mundo Millos, con recursos propios y el lema «estamos en todos lados» los cubre de una manera increíble.
Para hablar de más medios partidarios, Blog Verdolaga lleva muchos años cerca de Atlético Nacional con producción profesional de contenidos, así como Vamos León, que a pesar de ser más reciente, hace las cosas de buena manera. No es malo reconocer cuando las cosas se hacen bien y es momento para ello.
El problema no es el medio partidario en sí, el problema es la preparación que tengan y el respeto en los momentos de interacción con los protagonistas, porque al fin de cuentas los medios partidarios le dan publicidad a los clubes (gratis o no, no lo sé). Inclusive, en las ruedas de prensa se escuchan preguntas mejor formuladas de parte de integrantes de medios partidarios que de periodistas de otros medios (para no citar nombres ni medios particulares).
Pasa que muchas veces los periodistas de antaño se aferran al decreto de ACORD 2428 de 1955 como el santo grial a la hora de cubrir eventos deportivos en Colombia, pero con algunos de ellos pasan cosas que no se pueden decir sin pruebas (grabaciones o videos), cosas que muchos saben, pero prefieren callar, por conveniencia o por el riesgo de ser vetados por chismes de terceros.
Es cierto que cambiaron mucho las cosas en cuanto al acceso de prensa a los eventos deportivos, después del Mundial Sub-20 de 2011 en Colombia; antes los periodistas podían meterse hasta el camerino de los jugadores, algo que después quedó restringido únicamente para el canal licenciatario, firmando una sentencia de muerte lenta a los medios deportivos radiales, que de una forma u otra han logrado sobrevivir este tiempo. También es cierto que el vestuario de un equipo de fútbol no es el lugar para que convivan periodistas todo el tiempo, aunque hay clubes que en la actualidad todavía lo permiten.
Es cierto que las acreditaciones son limitadas, y por tanto es imposible que se siga cumpliendo el decreto 2428 de 1955, pero también es cierto que la ausencia de reglamentación del periodismo en Colombia al no existir una tarjeta profesional, impide un control para que cualquier ‘creador de contenido’, ‘streamer’, ‘youtuber’, o similar, termine acreditado por un club.
En diciembre una fuente de Dimayor me dijo, «queremos cambiar esto y mejorarlo», en referencia al manejo con la prensa. Aún falta demasiado por hacer, pero lo urgente es que aquellas personas que van a irrespetar a técnicos y jugadores, (sean del medio que sean), aquellas empresarias de servicios diferentes al periodismo (que increíblemente aún se ven en algunos clubes), sean aquellas a las que se les diga «no, gracias», por justa causa.
Tienen mucho trabajo por hacer las oficinas de comunicaciones de Dimayor y de cada uno de los clubes, porque hay tantas restricciones que se terminaron colando los irrespetuosos y los que no van a hacer periodismo sino cosas totalmente diferentes sin que sea tema nuevo, y para eso no hace falta ser de un ‘medio partidario’.
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