El club bávaro sufrió su tercera derrota de la temporada y decidió romper relación laboral con el técnico croata.
Por: José Gabriel Celis @josegacel – [email protected]
El problema con el Bayern Múnich no es de ahora, de hecho Niko Kovac es un chivo expiatorio de una crisis silenciosa del club, la cual explotó este sábado con la escandalosa goleada de 5-1 ante el Eintracht Frankfurt.
En total el club más ganador del fútbol alemán lleva tres derrotas esta temporada, por 2-0 contra Borussia Dortmund en la Final de la Supercopa Alemana, 2-1 ante Hoffenheim en el Allianz Arena por Bundesliga y la sufrida en Fráncfort recientemente.
Analizando a profundidad la situación, más allá del presente del Bayern donde es cuarto de la Bundesliga a cuatro puntos del líder Borussia Mönchengladbach, la crisis viene de los descalabros en las competiciones europeas.
Era apenas la segunda temporada de Niko Kovac como entrenador del club; a sus 48 años fue su tercera experiencia luego de dirigir a Croacia (2013-2015) y justamente al Eintracht (2015-2018). De hecho, con el Bayern ganó doblete (Liga y Copa). Sin embargo, las expectativas estuvieron lejos de cumplirse.
Desde la temporada 2012-13 el Bayern no alcanza la Final de la UEFA Champions League, sufriendo dolorosas caídas en las temporadas siguientes, con Atlético de Madrid, Barcelona y en dos ocasiones consecutivas con el Real Madrid siendo humillado en casa. La campaña anterior no fue diferente, ya que ante Liverpool fue la eliminación en Múnich, pero en Octavos de Final.
El mensaje de los directivos con la decisión tomada es tajante, pero pone en entredicho el futuro deportivo del club que aún está en proceso de recambio tras el retiro de Arjen Robben y la partida de Franck Ribery a la Fiorentina de Italia.
¿Jose Mourinho? ¿Arsene Wenger? ¿Massimiliano Allegri? ¿Quien se le medirá al encopetado Bayern Múnich? Las decisiones tendrán que llegar rápido ya que no es usual cambiar de entrenador tras apenas 10 jornadas, pero el fracaso de Niko Kovac era evidente y uno de los grandes clubes del fútbol mundial no puede permitirse más ridículos como el sufrido en Fráncfort.
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