El desempeño del campeón del mundo es una mancha en su hoja de vida, pero algo esperable para un piloto de Fórmula 1
El final de un emocionante Gran Premio de Brasil, con la primera victoria de George Russell, se vio manchado por una decisión del equipo Red Bull y la respuesta de Max Verstappen. Cuando el campeón del mundo recibió la orden de dejar pasar a su compañero Checo Pérez para darle un punto adicional y conseguir el segundo lugar del Mundial de pilotos, el holandés lo rechazó. El argumento que dio Verstappen fue algo ocurrido en Mónaco, que aparentemente se refiere a un incidente en la clasificación, pero la mala espina que dio este final es un tachón más en la carrera del joven Max.
No porque sea algo realmente inesperado. Los pilotos de automovilismo, sobre todo en la Fórmula 1, tienen un ego reconocidamente alto. No hay más que recordar cómo Juan Pablo Montoya chocaba constantemente con los medios colombianos porque lo ignoraron en el largo recorrido que lo llevó a Williams, McLaren y dos victorias en la Indy 500. Además, la máxima categoría está llena de este tipo de incidentes.
Por ejemplo, los choques entre Alain Prost y Ayrton Senna en 1989 y 1990 tuvieron la motivación de proteger el campeonato de pilotos para cada uno. En el 89, Prost cerró la puerta de su compañero del equipo McLaren en un sobrepaso, quien ganaría la carrera pero sería inmediatamente descalificado por cortar la pista. Un año después, Senna se llevó puesto al francés, que conducía en Ferrari, en la primera curva para asegurar su segundo título.
También hay que recordar órdenes de equipo criticadas como las de Michael Schumacher con Rubens Barrichello en los grandes premios de Austria y Estados Unidos en 2002; en el primero el brasileño cedió en la última curva la punta para afianzar aún más la ventaja de Schumacher, y en Indianápolis el ya campeón intentó forzar un empate con su compañero que no salió bien, ganando Barrichello por segundos.
El famoso “Felipe, Fernando is faster than you” que recibió Massa para dejar pasar a Alonso en 2010 también es otro mensaje doloroso para los brasileños. Este domingo, Esteban Ocon recibió un mensaje similar para que dejara pasar al español, y lo cumplió de mala gana.
Como se ve, no es la primera vez que las órdenes de equipo afectan al ego de los pilotos. Tal vez sí es la primera en la que la respuesta negativa queda expuesta al público, gracias a F1TV, los radios abiertos y el escrutinio adicional a las conversaciones entre pilotos y pitlane luego del fracaso del final de campeonato 2021 en Abu Dhabi. Además mancha a un piloto poco querido a pesar de su indudable calidad, y refuerza la fama de Max Verstappen como un petulante niño consentido.
Ya esta temporada Max había tenido una polémica con Sky Sports, que transmite la Fórmula 1 para Gran Bretaña y cuya señal es retransmitida en Estados Unidos y Australia, debido a la polémica por Abu Dhabi 2021. También se sabe que no aparece en la famosa serie Drive to Survive porque, según Verstappen, no le gusta cómo lo presentan (como un petulante niño mimado).
El arrebato de no permitir pasar a Pérez en un año donde ya lo ganó todo y por un sexto puesto no ayuda en nada a su imagen. Checo ha tenido una campaña brillante, ha aparecido cuando Max ha perdido su auto y ha defendido los intereses de Red Bull ante los errores tácticos de Ferrari. Pérez chocó en la clasificación de Mónaco y le quitó una oportunidad a Verstappen de pelear por una pole en el principado que es altamente probable convertir en victoria, pero en un campeonato donde ya ha ganado 14 grandes premios, parece más una pataleta.
Tal vez la visión más ecuánime la dio uno de sus rivales acérrimos, el jefe de Mercedes, Toto Wolff. Al hablar de los pilotos como “niños abandonados en un kartódromo bajo la lluvia”, recordó un incidente en el que el padre de Verstappen, Jos, lo dejó a su suerte tras una mala carrera de karts, para que viera cómo podía llegar a su casa. Wolff insinuó que este tipo de experiencias ha llevado a Verstappen a ese nivel de ultra-competitividad y agresión que ha sido peligroso, como en sus choques con Lewis Hamilton.
Pero al final, para triunfar en la Fórmula 1, ese tipo de agresión no solo es tolerado sino potenciado. Los más grandes pilotos, los Senna, Schumacher, Prost, Vettel y Hamilton han sido en algún momento criticados por su agresividad, su petulancia, sus críticas cuando algo no llega al nivel de perfección que exigen, y en Verstappen estas críticas abundan. Hay que ver si el holandés logra ganarse al público como lo ha hecho Vettel o lo hicieron Senna y Hamilton, o es recordado como un piloto insoportable y con un pésimo genio.
Adenda. Ferrari necesitaba reemplazar a Mattia Binotto, pero que el reemplazo sea Fred Vasseur, quien viene de Sauber – Alfa Romeo, parece más un paso al costado que el asalto adelante que necesita la Scudería.
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