Mientras que los medios internacionales -no solo los dedicados a la farándula- aún continúan difundiendo la contundente dedicatoria de Shakira a Gerard Piqué, en el medio local ha pasado de agache en los principales medios deportivos una separación que, guardadas las proporciones, también trata de una relación que años atrás parecía bastante sólida.
“Una hinchada como yo, no está para directivos como tú”, parece ser el cantico que las barras organizadas de Atlético Nacional le pedirían producir a BZRP para manifestar su molestia ante los manejos de los ejecutivos del cuadro que hace parte de la OAL.
Como cualquier divorcio, todo tiene sus antecedentes. En este caso, los resultados deportivos del club están por debajo de las expectativas. Una liga y dos copas en los últimos cinco años son poco para la tradición verdolaga, y aunque la ultima estrella pareció disfrazar la crisis, la campaña en el torneo finalización 2022 puso en evidencia que no había una mejoría.
Los directivos de Nacional se acostumbraron a “echar como perros” a quien no sea cómplice de sus manejos. Jugadores como Gio Moreno, entrenadores como Hernán Darío Herrera y Alejandro Restrepo -curiosamente los últimos dos DT´s campeones del FPC- por poner solo unos ejemplos, dan fe del trato inhumano y despiadado de la “cúpula” que toma decisiones en el cuadro antioqueño.
Y en esa actitud tiránica de pensar solo en el ego y el bolsillo, la siguiente victima parece ser la propia hinchada. El manejo en el tema de los abonos evidenció que, para los mandamases de Nacional, su hinchada es solo un cliente al cual quieren sacarle el dinero.
Si tratas al hincha como cliente, entonces asúmelo y entrega un mejor producto. Lo que no es más que un equipo competitivo. Sin embargo, para esta temporada parece que preferimos “Twingos” en vez de “Ferraris”, y la nómina parece blanda ante los compromisos de 2023.
La hincha de Atlético Nacional siempre que se hable de la Copa Libertadores, tendrá en su cabeza el sueño de levantarla otra vez. Y aunque la brecha frente a los clubes brasileños parece infranqueable para los demás en el continente, las verdolagas por lo menos esperan que el equipo se esfuerce en llegar lo más lejos que se pueda en el torneo.
Nadie es adivino, pero el equipo que se confeccionó, en el papel no se ve mas fuerte del presentado en 2023. La inversión se ve poca, mientras que boletería, abonos, camisetas, merchandising si están en alza.
Es probable que el déficit de los últimos años haga perder el enfoque, pero esos directivos olvidan que un buen desempeño deportivo también impacta positivamente en las finanzas del club, y que una hinchada feliz hace esfuerzos para aportar. El camino es errado y la hinchada lo dice a gritos.
La noche verdolaga que por imprevistos climáticos se convirtió en el día verdolaga, fue la muestra final del divorcio dirigentes-hinchada. Mientras que el club buscó exhibir un espectáculo, que parecía más dirigido a los medios que al aficionado, la hinchada organizada optó por no ingresar y así manifestar su inconformismo.
Infortunadamente hubo hechos vandálicos que empañaron el objetivo, cosa que aprovechó la directiva para desviar la atención y solamente señalar a quienes recurrieron a actos violentos y reprochables. Evidentemente ese no es el camino y fue justo lo que ha causado que varios sectores de la afición también se separen de la posición de las barras. En las mismas redes sociales y espacios la discordia y enfrentamientos han invadido los espacios verdolagas.
Los nombres de Mauricio Navarro, Carolina Ardila, Benjamín Romero y Alejandro Mazzi se han vuelto más indeseables en la popular verdolaga que el mismo nombre de Gerard Piqué en la casa de los Mebarak. A tal punto que la hinchada que durante años se enorgullecía de llenar el Atanasio parece estar dispuesta a dejar la silla vacía hasta que aquellos que consideran nocivos para el club.
Ambiente difícil para los dirigidos por Autuori, quienes días atrás tuvieron que celebrar el triunfo con Alianza Lima ante una tribuna casi vacía. Quizás los menos culpables de esto son los jugadores y tendrán que lidiar con esta presión durante el inicio de esta temporada. Es claro que la afición desea que triunfen, pero se cansaron de seguir alcahueteando a directivos que no toman decisiones que apunten a refrendar la grandeza del club.
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