Una carrera que en general se privilegia por ser la de las etapas encerrona que podían desaparecer a los favoritos, que este año pugnaba por tener el mayor kilometraje al cronómetro de las tres grandes, se va a decidir en un laboratorio. Y no, en contra del estereotipo del ciclismo, por la presencia de positivos de alguna sustancia dopante. No: sino un laboratorio de pruebas contra el covid.
Entre abril y mayo de 2023 el ciclismo parece ser el único lugar en el mundo en el que todavía se presta tal atención al coronavirus que se hacen pruebas recurrentes y que dan positivos. Mientras que el resto del mundo parece haber sobrevivido a la pandemia con un “y si se contagia, use tapabocas y trabaje desde su casa”, RCS ha tenido bastantes bajas por pruebas rutinarias desde la previa de la carrera, entre las que se encuentra la del favorito y líder Remco Evenepoel.
Ganó dos etapas y portó durante cuatro días de la primera semana la camiseta rosa. Los otros cinco, se contentó con la de campeón del mundo. El corredor del equipo Soudal Quick Step se había bajado de su Specialized Shiv en la contrarreloj de este domingo superando por 9 centésimas de segundo a Geraint Thomas. Menos de un segundo en 30 kilómetros, una victoria demasiado estrecha para un corredor que una semana antes, en 18 kilómetros, le había sacado 44 segundos al segundo.
¿Debilidad en Remco? Tal vez eso explicaba por qué nadie atacó como suele en el Gran Sasso de Italia, el viernes, en la primera etapa de montaña digna de tal nombre en el Giro y que terminó en un bodrio de talla mundial. Las dudas se empezaron a acumular junto con los anuncios de positivos: primero, en una noticia que realmente solo importaba a los fanáticos colombianos, Rigoberto Urán. Luego, en la noche italiana, el campeón del mundo anunció en su cuenta de Twitter que se bajaba de la prueba por contagio de covid.
Ya previamente había ocurrido con varios gregarios de Primoz Roglic, pero que caiga el líder del pelotón es algo extremadamente inusual. Ni siquiera en la abreviada temporada 2020 era común. Ahora, sin Remco, RCS se encuentra con un dilema, pues el corredor que había atraído para ganar se baja sin haber subido un solo alto de categoría (bueno, Gran Sasso, pero lo que pasó el viernes no puede llamarse competencia), No es la primera vez que les pasa: en 2022 Joao Almeida se bajó a tres días de terminar, por covid y sufriendo.
Roglic, que se veía sufriendo, la tiene clara para poder empezar a imponer su calidad que le ha dado tres Vueltas a España: el trabajo de Kuss puede serle utilísimo en las montañas que se vienen, además de hacer arrancones ya ampliamente vistos en la Vuelta y el Tour en los últimos kilómetros.
Pero el Ineos tiene cinco (!) corredores en el top 15, algo no visto ni en las épocas de Froome, y una discusión muy fuerte: ¿jugar sus cartas con Geraint Thomas o con Tao Geoghean-Hart? Ambos corredores se sacaron segundos al grupo de líderes el sábado, y el domingo llegaron con dos segundos de diferencia. Thomas tendrá la maglia rosa el martes, pero el joven campeón del Giro 2021 está a cuatro segundos. Y el esloveno, en la mitad…
Y Remco, a su casa. Algunos lo llaman “la maldición del campeón del mundo”, que hace que desde los tiempos de Lemond haya pocas opciones de ganar grandes cosas con la camiseta de arcoiris. Otros más malpensados ya especulan con que le dio susto la tercera semana (que tampoco es la gran cosa: no hay Mortirolo ni Stelvio, por ejemplo). Eso me parece ya dudar en la capacidad de un ciclista extraordinario que, si algo ha demostrado, es que corre siempre para ganar, por eso tiene un monumento y un UAE Tour esta temporada.
Patrick Lefevere, director del Quick Step, aseguró que si hubiera sabido que Remco tenía covid, no lo dejaba salir en la contrarreloj, pero parece más una frase para la galería que reconocer que iba igual a jugarse el premio de ganador de etapa y de un día más como líder. Sí, hay algo de maldición en que el covid se haya ensañado en su cuerpo de joven belga, pero son cosas que pasan en medio de una pandemia, por mucho que la OMS diga que ya no haya emergencia.
Cabe resaltar una dificultad especial que tiene el ciclismo, que puede convertirlo en un factor de alta contaminación. Es de los poquísimos deportes, junto con el atletismo de largas distancias, en el que no hay prácticamente separación entre audiencia y deportistas. Si no, que lo diga la joven que por poner un cartel se llevó puesto a Tony Martin en la primera etapa del Tour de Francia 2021.
Además, por las largas distancias, un corredor contagiado sin detectarse puede esparcir un virus respiratorio, como el covid, a cientos de kilómetros. E Italia, uno de los países que más sufrió con el inicio de la pandemia, lo sabe. También lo sabe RCS, que debió cancelar Strade Bianche y Tirreno Adriático en 2020 por las cifras pasmosas de muertes y contagios que azotaron a la bota antes de las cuarentenas globales. Por eso, literalmente, mejor prevenir que curar.
Esta es también una llamada para la Federación Colombiana de Ciclismo para evitar relajarse en ese sentido. No va y sea que la Vuelta a Colombia, que irá desde Yopal hasta La Ceja, deje detrás de sí un largo reguero de enfermos entre el público que irá a celebrar a Supermán, Pantano y los demás grandes del pelotón local.
Y una ñapa: el Giro que queda va a estar buenísimo, con un duelo genial entre Roglic y el Ineos. Atención con el irlandés Ben Healy, que viene con 22 años de una primavera espectacular (podio en Amstel Gold y Flecha Valona, cuarto en Lieja) y ya ganó para el Education First el sábado. Y a ver qué pueden hacer corredores como Almeida y Aleksandr Vlasov en las primeras montañas.
Adenda. Ya que hablamos de la Vuelta a Colombia, sorprende que la crono final (42 kilómetros por el Valle de San Nicolás, pasando por el Alto del Nano y Llanogrande para terminar en el inicio en La Ceja) sea más larga que la más larga del Giro y que la carrera tenga más kilómetros al contrarreloj (49, contando el prólogo en Yopal) que el Tour con la mitad de días. ¿Tratar de atajar a Supermán López y el Team Medellín? Veremos, porque siempre están las metas en unos altos de puro cuño colombiano como La Línea, Chipre, Belalcázar y Picaleña.
- El ciclismo fuera del Tour - 26 de julio de 2023
- ¿Vingegaard hizo un Landis? - 18 de julio de 2023
- Pequeños mordiscos para atacar el gran plato - 17 de julio de 2023