Tenis colombiano, un futuro incierto

El año 2020 fue muy regular para el tenis colombiano, el futuro no pinta mejor. El recambio no muestra señales de ser el más exitoso.

Un gran futuro para el tenis colombiano no implica ganar torneos de Grand Slam en sencillos o mantener un top 10 porque, siendo realistas, eso nunca ha pasado en el país. Sin embargo, lo hecho por Cabal y Farah, el número uno en dobles y ganar el Abierto de los Estados Unidos y, sobre todo, Wimbledon, permitieron al público ilusionarse con un futuro brillante en el deporte blanco.

Sin embargo, el difícil año para los doblistas colombianos demostró que más allá de las actuaciones de ellos dos, el tenis colombiano no tiene mucho más por el momento. Los mejores jugadores en sencillos juegan en el circuito de Challengers y algunos en futures. No existen, por el momento, jugadores que destaquen en torneos 250 y menos en torneos de mayor nivel.

Daniel Galán tuvo algunas buenas actuaciones y también lo hizo María Camila Osorio, pero fueron eso, buenas actuaciones. Más allá de eso es difícil vislumbrar un jugador que pueda mantener un alto nivel competitivo y que logre pelear torneos ATP y llegar a tener actuaciones destacadas en un torneo mayor.

Hoy en día no tenemos un top 100 en sencillos y en dobles dependemos completamente de lo que hagan Cabal y Farah. Otros prospectos no han podido despegar del todo como Nicolás Mejía y María Herazo, esperemos que pase la pandemia y su tenis vuelva a emerger. Otros jugadores como Yuliana Lizarazo con 27 años, Eduardo Struvay con 29 o Alejandro González con 31, ya no están en el inicio de sus carreras y no lograron consolidarse o, siquiera, entrar al top 100.

Ojalá Colombia tenga una buena actuación en el grupo mundial de la Copa Davis o logre pelear por subir al grupo mundial en la Copa Fed. Sin embargo, la realidad, como explico arriba no es tan alentadora, no tenemos jugadores en sencillos que nos hagan pensar que eso pueda pasar y los dobles no pueden asegurar más que un punto en cada serie.

En los últimos años Colombia fue protagonista en el tenis juvenil de la mano de Osorio, Antonia Samudio o Alejandro Arcila; esperemos que logren dar el salto y se consoliden en los circuitos ATP y WTA. Hay que fortalecer las giras regionales, invertir en torneos locales para desarrollar talento y estar pendientes de jóvenes como Juan Beltrán que están haciendo su carrera en el exterior, pero con la bandera colombiana.

Juan Escallón de la Torre
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