Foto: José Gabriel Celis. Montaje: Rotonda Deportiva

Opinión: El regreso del fútbol en Colombia parece un partido de ping-pong (y de los malos)

Por: José Gabriel Celis – @josegacel[email protected]

El regreso del Fútbol Profesional Colombiano sigue en veremos mientras la cifra de contagios de COVID-19 aumenta ante la pasividad gubernamental, pero en este punto se hace necesario evaluar las razones, más allá del tema de salubridad, para evidenciar por que la crisis del balompié nacional no pasará pronto.

Se esperaba que el 8 de junio comenzaran los entrenamientos individuales, pero el protocolo enviado por la Dimayor sigue bajo estudio del Ministerio de Salud, por lo que aún no hay una fecha cierta de regreso a prácticas, mucho menos de la actividad del campeonato.

Sin un sistema claro de juego desde la asamblea de clubes de la Dimayor, se evidencia la tensa situación actual en medio de la pugna política y económica con Jorge Enrique Vélez, Eduardo Méndez y Tulio Gómez, alrededor del dinero de los derechos de televisión internacional, sumados a clubes del bloque de oposición al gobierno actual del fútbol profesional.

De otro lado, se conoció la postura de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) frente al regreso del fútbol, con una carta al Ministerio del Deporte, la Federación Colombiana de Fútbol y los 36 clubes. Parece una muy buena intención.

Acolfutpro asegura en el punto 3 de la carta que “Como en el protocolo que presentó la Dimayor no fue tenida en cuenta esta fase inicial de entrenamientos, nuestros expertos la incluyeron en las recomendaciones realizadas haciendo énfasis que en esta fase no se consideraba necesaria la práctica de pruebas, sino hasta siete días antes de la fecha de inicio de los entrenamientos en grupos no mayores de cinco jugadores, lo cual beneficiaría a los clubes con un ahorro en las pruebas incluidas en el protocolo, sin poner en riesgo la salud de los futbolistas.”

Sin embargo, revisando el protocolo presentado por la Dimayor, dice que “cada equipo deberá realizar de forma obligatoria en su grupo de trabajo y todo el personal adicional, orientado por el cuerpo médico, la prueba de COVID-19 RT-PCR y presentar este certificado con fecha entre 7 a 15 (10) días antes de citar la primera reunión de entrenamiento.”

Menuda contradicción de un actor que asegura querer ayudar…

Lo bueno para Acolfutpro es que puede sacar pecho, ya que el Ministerio de Salud acogió sus recomendaciones en busca del regreso a la actividad.

Por supuesto, no podemos dejar de lado a la prensa deportiva, porque Acord emitió una carta a todas las partes, asombrados porque no fueron tenidos en cuenta dentro de los protocolos, y es claro que muchos colegas que vivían de la pauta, las fotos y demás cubrimientos, no la están pasando bien.

Las malas noticias es que el acceso a la prensa deportiva claramente será restringido a los medios licenciatarios (WIN Sports en este caso) y a los fotógrafos oficiales de los clubes, tal como ocurre en la Bundesliga y en la Liga Española por protocolos de bioseguridad.

Con uno o dos webinar no van a solucionar esto desde la Acord.

¿Se acuerdan de los árbitros? Han sido olvidados por la Dimayor y la FCF en el oscuro escenario actual, toda vez que su actividad no es profesional, y comenzaron a salir voces de alarma.

De BetPlay y WIN Sports prefiero no hablar aún, porque están en la misma incertidumbre de todos ya que las apuestas de patrocinio y premium este 2020 claramente ya salieron mal y solo queda recuperar el cariño de la gente de alguna manera… ¿no?

Por lo pronto reina la confusión y la incertidumbre, solo Millonarios, Atlético Nacional y América de Cali han generado novedades en cuanto a movimiento de jugadores y cuerpo técnico (lo último en el caso del equipo vallecaucano), mientras la pandemia avanza en el país y los responsables del fútbol se tiran la pelota como en un partido de ping pong mal jugado (porque es lento, y el buen ping pong o tenis de mesa es veloz).

Esto se convirtió en una papa caliente desde hace rato, y se convertirá en una bomba el 20 de junio con el inminente cambio de administración en Dimayor.

Mientras tanto, otros se llenarán las fauces hablando de 50 mil familias afectadas por el cese del fútbol, de las cuales ni la mitad verán ingresos cuando vuelva el juego a puerta cerrada porque no habrá venta de camisetas ni de alimentos, ni público a quién venderle.

AQUÍ NADIE GANA, TODOS PIERDEN.

José Gabriel Celis

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