Clásico y Bohemio: Aquel 31 de mayo

No existe fecha más simbólica, importante e histórica para Atlético Nacional que aquel 31 de mayo de 1989. Recordaremos en esta oportunidad la mítica final continental de la trigésima edición de la Copa Libertadores de América.

El fútbol colombiano pasaba por una época bastante extraña. La influencia del narcotráfico se hacía evidente, al igual que en otros ambientes de la sociedad, lo anterior contrastaba con la mejora competitiva de los clubes y la evolución de los jugadores.

La Copa Libertadores durante sus primeras 29 ediciones había sido prácticamente exclusiva para uruguayos, argentinos y brasileños. La única excepción en ese dominio fue la edición de 1979, que había sido ganada por Olimpia del Paraguay.

Colombia pasó de tener buenas figuraciones en algunos partidos para ser protagonista en la Copa. Los equipos colombianos habían logrado ser finalistas en cuatro de las últimas once ediciones de la Copa, gracias al Deportivo Cali y el América de Cali, bajo el mando de los médicos Carlos Salvador Bilardo y Gabriel Ochoa Uribe, respectivamente.

Antecedentes

Nuevamente un especialista en una ciencia de la salud estaba en el banquillo de un club colombiano, Francisco Maturana -odontólogo de profesión- era el encargado de buscar el primer título internacional para el fútbol colombiano.

Atlético Nacional junto a Millonarios y el Deportivo Quito lograron clasificar en su grupo (clasificaban 3 de los 4 equipos a Octavos de Final). Racing de Avellaneda, Millonarios -en partido que amerita otro artículo- y Danubio fueron los rivales que enfrentó en la fase de eliminación, el equipo de los “puros criollos” para llegar a la final. (5 PG-5 PE-2 PP).

Olimpia, por su parte, en la primera fase logró su cupo a cuartos junto a Cobreloa y Sol de América. Boca Juniors, Sol de América e Internacional no pudieron frenar a los paraguayos en el mata-mata. (5 PG-2 PE-5 PP).

Maturana tendría que enfrentar a unos de sus maestros futbolísticos, el estratega uruguayo Luis Cubilla, quien ya había alzado el título de la Libertadores. Cubilla en el pasado entrenó a Nacional e involucró a “Pacho” en el oficio de Entrenador de Fútbol.

El partido de ida fue en el estadio Defensores del Chaco de Asunción el 24 de mayo. Un compromiso de buen fútbol por parte de los dos finalistas. Transcurrido 36 minutos, un pelotazo y un doble cabezazo fue transformado por Rafael Bobadilla en el primer tanto del encuentro. Al minuto 60, después un cobro levantado por Roberto Krausemann casi desde la mitad del campo y un rechazo errado de la defensa verdolaga, una pirueta al borde del área de Vidal Sanabria amplió la ventaja para Olimpia. Un 2-0 final parecía una ventaja suficiente para ratificar el favoritismo de los paraguayos.

La remontada

Debido a requerimientos de Conmebol, Nacional no podía disputar su partido más importante en el Atanasio. Después de evaluarse varias alternativas, la ciudad escogida para ser la casa verdolaga fue Bogotá. El principal motivo para la elección era el pavor de los paraguayos a la altura capitalina. La alcaldía mayor manifestó su apoyo, incluso no cobrando por el uso del escenario.

El desarrollo del partido fue bastante previsible, por un lado, un visitante con un planteamiento netamente defensivo debido a la ventaja en el marcador y la preocupación por los 2.600 mts de altura bogotana. Nacional por su parte jugaba con la obligación de anotar tres goles para remontar la serie. Los intentos del verde fueron neutralizados por Olimpia e incluso los contragolpes presentaron un riesgo latente para sentenciar la serie a favor de los paraguayos. La primera etapa finalizó 0-0.

Atlético Nacional salió en la segunda parte a arrollar a su rival y al primer minuto un ataque por zona derecha abrió el arco de Ever Hugo Almeida. Un buscapiés lanzado por Usuriaga se estrelló en Fidel Miño, 1-0 a favor del verdolaga. Después del tanto, la visita se cerró aun más para evitar que la serie se emparejara, pero en el minuto 35, Andrés Escobar lanza un balón hacia el costado derecho, Leonel de primera entrega el balón a Alexis García quien levanta un centro para el Bendito fajardo, un defensor falla en el rechazo dejando el balón servido para que Usuariaga de cabeza anote el segundo. Aun así, Olimpia mantuvo su plan y los locales no pudieron anotar el tercer gol. Todo se definiría en los penales.

La graduación del fútbol colombiano

Definición simplemente épica, el primer cobro lo haría el legendario Ever Hugo Almeida frente a un joven René Higuita, “El Loco” la detuvo y las graderías reventaron de júbilo. Los siguientes cobros cumplieron el objetivo hasta que Almeida ataja el cobro de Alexis García. El duelo de ataja-penales estaba servido. La serie finaliza 4-4 y pasan a muerte súbita, los cobradores de ambos equipos no pueden con la tensión.

Tanto Nacional como Olimpia fracasan en sus siguientes tres tiros, el suspenso se hizo eterno. Vidal Sanabria se puso en frente del balón en busca de enfrentar al portero colombiano que ya ha detenido cuatro penales, pitó el árbitro y la tiró afuera, un nuevo fallo. La historia se encargó de darle la responsabilidad a una de las figuras del partido, al león verdolaga. Leonel hace una carera corta y lanza el balón hacia el costado derecho de Almeida, mientras que el portero paraguayo se lanza hacia su izquierda. ¡Atlético Nacional Campeón de América!

Cómo mencionó en su momento Hernán Peláez Restrepo en el periódico El Tiempo: “Hoy todos, sin excepción agradecemos al Atlético Nacional, porque fue capaz dentro de su estilo, con sus jugadores criollos, de hacernos creer en la brillante etapa que vivimos. Siempre Nacional quiso jugar bien, muchas veces se quedó en intenciones, siendo finalmente su triunfo ante el Olimpia de Paraguay, recio adversario, las más hermosa de las distinciones para nuestro fútbol”.

Este partido le mostró a toda una generación de jugadores colombianos que teníamos un estilo propio y que era posible la victoria. Parte de este plantel junto a Maturana lograron la hazaña de la clasificación a un mundial después de 28 años y abrieron el camino del fútbol nacional en el viejo continente. Todo comenzó ¡Aquel 31 de mayo!

Rubén Casas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *